domingo, 12 de julio de 2009

06. El Islam



I. INTRODUCCION
En la actualidad existen alrededor de 800 millones de musulmanes. Pese a la ubicación a lo largo de una faja de anchura variable, que abarca desde el Africa Atlántica - Sahariana hasta el de las islas asiáticas orientales, asimismo hay una comunidad muy amplia de musulmanes de raza negra en América del Norte. Se trata de un fenómeno de rango, categoría y dimensiones universales. Es un fenómeno multiracial, intercontinental, e incluso pluricultural. El Islam ha generado y sustentado una de las culturas más sobresalientes de la humanidad.

Desde nuestro subcontinente americano podría parecer de escasa importancia por la lejanía geográfica. Sin embargo esa lejanía se ha relativizado cuando se asume una perspectiva geopolítica actual y sobre todo al oir la voz de la Iglesia en el Concilio Ecuménico Vaticano II:

“El designio de salvación abarca también a aquellos que reconocen al Creador, entre los cuales están en primer lugar los musulmanes, que, confesando profesar la fe de Abraham, adoran con nosotros a un solo Dios, misericordioso, que ha de juzgar a los hombres en el último día” ( ).

“La iglesia mira con aprecio a los musulmanes que adoran al único Dios viviente y subsistente, misericordioso y todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, que ha hablado a los hombres y a cuyos ocultos decretos procuran someterse con toda el alma, como se sometió a Dios Abraham, de quien la fe islámica gusta hacer referencia. Veneran a Jesús como profeta, aunque no lo reconocen como Dios; honran a su madre virginal, María, y a veces también la invocan devotamente. Esperan, además, el día del juicio, cuando Dios recompensará a todos los hombres una vez que hayan resucitado. Aprecian, por tanto, la vida moral y honran a Dios, sobre todo con la oración, la limosna y el ayuno”( ).

Debemos comenzar nuestro acercamiento aclarando algunos términos. Islámico o musulmán no significan lo mismo que árabe. Arabe es la denominación de una raza: la de los habitantes de Arabia fundamentalmente. La palabra musulmán significa “el que vive su vida de conformidad con la voluntad de Dios” En relación con esto, Islam significa sumisión a Dios.


II. MAHOMA Y LA UMMA
Mahoma o Muhammad, nació en el año 570, pertenecía a una de las diez familias que gobernaban hereditaramente La Meca, ciudad famosa por su riqueza, su administración y su templo: la Ka’ba, de la que se decía que había sido construida por Adán y reconstruida por Abraham. Todos los años acudían turbas de peregrinos de toda Arabia a venerar el templo, y especialmente su piedra negra angular o el fresco que representaba al niño Jesús y a su madre María.

Los mequíes adoraban a un Dios único -aunque rendían culto a los 360 ídolos que rodeaban la Ka’ba-, conocían a Jesús y vivían como hombres justos y generosos.

Mahoma era piados, honrado y generoso. Desde los 25 se retiraba, el mes de Ramadán, a unas millas de La Meca, a la cueva de Hira; allí pasaba varias semanas meditando. Alrededor de los 40 años tuvo una experiencia que desconcertó su vida hasta entonces bastante vulgar. Tuvo una visión en que se le apareció en ángel Gabriel, repitiéndole: “Recita: Yo soy Gabriel, el ángel que Dios envía a anunciarte que te ha escogido por mensajero encargado de llevar a los hombres su revelación”. El primer mensaje decía: “Lee en el nombre de tu Señor, que creó al hombre de un coágulo. Es tu Señor, el más noble, el que enseña al hombre lo que no sabe”.

Su mujer Jadiya, su hijo adoptivo Zaíd, su primo Alí, su amigo fiel Abú Bakr y Omar creyeron en esta revelación. Tres años soportó la risa de la gente, al cabo de los cuales se le volvió a aparecer Gabriel: “Tu Señor no te ha abandonado... No oprimas al huérfano. No rechaces al mendigo. Narra el beneficio de tu Señor”. Volvió a La Meca predicando dos temas fundamentales: el de un Dios único y justiciero al que hay que someterse, y el de un juicio último después del cual resucitará el hombre. La gente sencilla lo escuchó y siguió. Los ricos mequíes se indignaron y lo persiguieron y declararon fuera de la ley. Huyó a Yatrib (posteriormente Medina-al-Nabi o ciudad del profeta) el 12 rabi (24 de septiembre) del año 622. Este año se convirtió en punto de partida del nuevo calendario: el año 1 de la Hégira (emigración, expatriación). Mahoma tenía 52 años. La ruptura, el éxodo, fue también para él un primer paso de experiencia religiosa.

Las tribus del desierto, vivían en conflicto de poder y sin autoridad definida. El profeta propuso que se entendieran para tener una autoridad común. Elegido por mayoría, dio a la Umma (comunidad de los creyentes) una especie de constitución. El año 2 hubo una batalla entre 950 mequíes y 300 “creyentes”. El triunfo de estos fue considerado “el día decisivo”. Hubo sucesivos conflictos, hasta que La Meca, cercada completamente, cayó en manos de los “creyentes”. Se destruyó los ídolos, pero se proclamó la amnistía. Afianzando su autoridad sobre la mayor parte de Arabia, Mahoma se dirigió contra Siria y contra el imperio bizantino de Heraclio, acusado de haber dado muerte a los embajadores del Islam.

El 8 de junio del año 632 (13 rabi del año 9) Mahoma murió en Medina atacado por una fiebre. La mayor parte de estos acontecimientos y de las prescripciones se encuentran en los textos que el profeta fue dictando durante este tiempo. El Corán, libro de la nueva fe, es también el reflejo de una vida, de sus combates, y de una obra.

Al morir Mahoma, toda la península arábiga, hasta Irak y Palestina -3 millones de Km2- compartía esta fe, obedecía las leyes del profeta y miraba hacia La Meca para orar. La Umma (comunidad religiosa internacional) organizada por Mahoma quedaba para siempre estructurada como única (igual que Dios es uno), igualitaria (ante Dios todos los creyentes son iguales: servidores), laica (de seglares: no hay jerarquía ni sacerdotes) y teocrática (dado que su ley -el Corán- procede directamente de Dios.


III. HADITH ( ) EN FORMA DE CUENTO PIADOSO

"Cierto día, cuenta Omar, estando nosotros sentados junto al Enviado de Dios, apareció ante nuestros ojos un hombre vestido de un blanco resplandeciente y de cabellos negros, negros como el azabache, sin el menos indicio en sus vestiduras de haber viajado, y nadie lo conocía. En cuanto se sentó junto al profeta, apoyó las rodillas contra las del enviado y puso las palmas de sus manos sobre los muslos de éste último.

- Oh Mahoma -le dijo-, infórmame sobre el Islam.
- El Islam consiste -respondió el Enviado de Dios-, en que des testimonio de que no hay más Dios que Dios y Mahoma es el Enviado de Dios; en que cumplas la oración ritual (salat), que pagues la limosna legal (azaque); que ayunes durante el mes de Ramadán (Syam Ramdam) y que vayas en peregrinación a la Casa de Dios (Hay) si te es posible.
- Bien dicho, -dijo el desconocido.

Nosotros estábamos desconcertados de verlo interrogar al Profeta y darle su aprobación.

- Infórmame sobre la Fe - insistió el recién llegado.
- La Fe consiste -respondió el Profeta-, en creer en Dios, en sus Angeles, en sus Libros, en sus Enviados y en el Juicio Final; en creer en el Destino, que trae el Bien o el Mal.

- Bien dicho, -dijo el hombre-. Infórmame sobre la beneficencia (ihsan).
- El ihsan consiste en servir a Dios como si lo vieras; pues si tú no lo ves, El sí te ve.
- Infórmame sobre la última Hora.
- El interrogado sobre la última Hora, no es más sabio que el que pregunta.
- Infórmame sobre sus signos precursores.
- Será cuando la esclava de a luz su propia ama, cuando los miserables, los descalzos, los desnudos, los pastores rivalicen elevando altas construcciones.

Entonces, el desconocido se marchó. Yo me quedé un buen rato pensativo hasta que el Enviado dijo:
- Oh Omar ¿Sabes quién es el que preguntaba?
- Dios y su Enviado lo sabrán mejor.
- Es Gabriel: ha venido para enseñar a ustedes su propia religión".


IV. EL CREDO MUSULMAN
Todo musulmán tiene la obligación de observar los cinco preceptos (conocidos como columnas) que se mencionan en el anterior hadith. Es una deuda (dain) para con Dios.

1a. La proclamación de fe monoteísta (sahada) es un testimonio público que significa estar adherido a la comunidad musulmana. Para el que la pronuncia, la sahada oculta sus pecados. Es la "llave del Paraíso", por eso el musulmán continuamente "da testimonio" levantando el dedo índice hacia el cielo. Se proclama que Dios es Dios y Mahoma es su profeta.

2a. La salat es la práctica de las cinco plegarias rituales de cada día. Es un ejercicio espiritual a la vez que físico donde el creyente se entrega a Dios en cuerpo y alma en actitud de adoración. Postrándose en dirección a La Meca, repite una sura del Corán ( ). [-Dios es grande. -Dios el poderoso y perfecto sea alabado. -Dios oye a sus servidores que lo alaban. -Las acciones de gracias y las oraciones son de Dios. -Que la salvación sea con nosotros y con los buenos servidores de Dios].

3a. Cumplir con el ayuno anual en el Syam Ramdam (o mes de Ramadán). El noveno mes del año lunar musulmán es un tiempo sagrado. No se puede comer, ni beber, ni fumar, ni tener relaciones sexuales entre la salida y el ocaso del sol. En los países del Islam tradicional durante el día cierran los cafés y restaurantes, abundan las exhortaciones por radio y TV al valor y la fidelidad. “Es un tiempo importante para transmitir a los niños la religión”, para la unión con Dios y participación en la vida de los pobres.

4a. Peregrinación a La Meca, la ciudad primera ciudad santa del Islam. No es una acto de devoción, individual y aleatorio, sino un culto esencial al que asisten anualmente un millón de musulmanes de todo el mundo y debe realizarse por lo menos una vez en la vida. El sentido es obtener de Dios el perdón de las faltas, ser completamente purificado ( ).

5a. El azaque o pago del impuesto para el pobre, significa que Dios solo es el propietario de todos los bienes. El hombre sólo es su depositario. "En la muerte, uno no se llevará nada, solamente lo que se habrá dado a los pobres".


V. LEGISLACION
Toda la ley del Islam está en el Corán y éste abarca toda la vida del hombre. Como en la Biblia, habla de las relaciones con Dios, del culto, pero también de higiene, urbanidad, educación, moral individual, vida social y política. Todo es rito, todo está en la esfera de Dios. Al extenderse el Islam, no sólo se referían al Corán, sino a la forma de actuar del profeta (sunna). Esta conducta modelo pasó a ser la de todos los musulmanes.

El Islam es una manera de vivir en sociedad, regulada por ciertos principios del Corán y de la sunna. Fe y legislación son inseparables, “porque los que no aplican la jurisdicción revelada por Dios, son negadores, rebeldes,, desviados”. Esta jurisdicción revelada es la sari’a o shariat, nombre que significa: el camino (nombre por cierto sugerente en las religiones y la política).

Dada la implicancia política, hay que subrayar que según el Corán, “el poder pertenece sólo a Dios”, afirmación que representa la base del estado teocrático.
También la sari’a incluye principios que rigen la propiedad, la justicia y la familia.


VI. SUMNITAS Y CHIITAS
Son dos corrientes del Islam. No existe una diversidad radical entre ambas, pero debe conocerse para la interpretación correcta del fenómeno islámico en la actualidad. La división surgió con motivo de la sucesión a la muerte de Mahoma. La primera generación de musulmanes tuvo que resolver el problema planteado con el martirio de Alí y de Hussein, hijo y nieto de Mahoma. Recuerda la fusión de lo religioso y lo profano en el Islam. Todo ello hizo que para los musulmanes la sucesión fuera tanto un problema religioso como político. Las soluciones fueron:

Los sumnitas consideran que nadie puede suceder a Mahoma , el último de los profetas: Recurren entonces al consenso de la comunidad. Unicamente reconocen como “guardián” del legado profético al califa.

Los chiitas consideran que Mahoma pensó en una dirección de la comunidad y nombró sucesor suyo al Imán. el primer imán fue Alí. Esta es la institución que quedaría para el Corán.

Hay una desproporción grande entre el número de integrantes de una y otra corriente: los sumnitas representan el 90% de los musulmanes, frente a los chiitas que engloban el 10%.


VII. TEXTOS DEL CORAN

- “Alabado sea Dios, soberano de los mundos. compasivo y misericordioso. Juez soberano del día del juicio. Te adoramos, Señor, e imploramos tu ayuda. Dirige nuestros pasos por el sendero de la verdad”.

- “Entrégate a la oración desde el momento que empieza a declinar el sol, hasta que haya entrado la oscuridad de la noche; y a la lección del Corán en la aurora; porque la lección del Corán en la aurora está asistida de testigos, que son los ángeles. Y en la noche dedica algún tiempo a la lectura del Corán; puede ser que en esta lección te manifieste tu Señor la visión de restituirte a la vida en el día de la resurrección y de colocarte en el lugar glorioso”.

- “¡Oh creyente! Está escrito que serán sometidos al ayuno como lo fueron sus padres, a fin de que teman al Señor. Los días de ayuno son contados, y el que estuviere enfermo o en viaje ayunará después igual número de días (...) El ayuno será meritorio en los que conozcan la ley. el mes de Ramadán en el cual el Corán ha descendido del cielo para ser el guía, la luz de los hombres, y la regla de sus deberes, es el tiempo destinado a la abstinencia”.

- “Aquellos que empleen sus riquezas en ser agradables a Dios y que sean constantes en la práctica de las virtudes, serán como un jardín emplazado en lo alto de una colina: una lluvia favorable refrescará la tierra y hará crecer sus producciones en abundancia. Dios ve todas nuestras acciones.

¡Oh creyentes! Hagan limosnas de los bienes que hayan adquirido y de las producciones que hemos hecho surgir de la tierra; no escojan aquello que tienen de peor, para dar”.

- “Anuncia a los pueblos la peregrinación sagrada. Que vengan de las comarcas más lejanas a cumplirla, ya a pie, ya cabalgando sobre camellos”.


2. ¿PREDICA EL CORÁN EL ODIO Y LA VIOLENCIA?

I. Said Al-Ashmawy, Ex presidente del Supremo Tribunal de Egipto.

1. Unas horas después de la explosión de la bomba que sacudió la ciudad de Oklahoma el 19 de abril de 1995, observé horrorizado, desde mi apartamento en El Cairo, Egipto, las escenas de carnicería que se trasmitieron por televisión. También escuché a los locutores expresar la opinión generalizada de que los causantes del atentado eran terroristas musulmanes.

Me dolió profundamente darme cuenta de lo arraigada que está en el mundo la creencia de que el Islam es una religión de asesinos comprometidos en una guerra contra el resto de la humanidad. Con todo, no me causó sorpresa.

En la ciudad de Nueva York, un jurado declaró a unos militantes islamitas culpables de hacer estallar una bomba en el Centro Mundial de Comercio; otros son sospechosos de una supuesta conspiración en Filipinas para a asesinar al papa Juan Pablo II. En Londres, París, Berlín y otras ciudades europeas se ha asesinado a refugiados de la dictadura musulmana iraní por el mero hecho de oponerse al gobierno, y en todo el Oriente Medio, los extremistas mahometanos constituyen un peligro para los esfuerzos por alcanzar la paz con Israel.

En las calles de El Cairo he podido presenciar manifestaciones de un creciente fanatismo. Casi a diario surgen criminales armados que llaman a entablar una “guerra santa” contra quienes disienten de ellos. Cada vez son más los jóvenes que usan barba y túnica como insignias políticas, y los predicadores militantes proclaman que las mujeres que no se cubren con velo le “están haciendo la guerra a Dios”.

Sin embargo, este Islam de intolerancia y violencia no es la religión de mi padre ni de mi abuelo. Tampoco es la que inspira a 1000 millones de personas de todo el mundo a orar, ayunar, socorrer a los pobres e ir en peregrinación a La Meca. El Islam que yo profeso es una religión de tolerancia y hermandad.

El Corán, libro sagrado de los musulmanes, no menciona una sino dos veces que “los judíos, los cristianos y todo aquel que cree en Dios... y obra con justicia no tendrá nada que temer ni lamentar”.

Hoy día los extremistas atraen adeptos de entre la población inculta y los desempleados predicando un retorno a los valores religiosos de antaño. Sin embargo, esos hombres han tergiversado la naturaleza y las enseñanzas del Islam y engañado a sus prosélitos y al mundo no musulmán. La doctrina que pregonan es una argucia para encubrir sus intereses políticos y su ambición de poder; se trata de una ideología más afín al fascismo y al marxismo que a la fe islámica.

2. Los musulmanes creen que hace unos 1400 años Dios, o Alá, reveló un nuevo dogma espiritual a un comerciante de clase media conocido hoy como el profeta Mahoma. La esencia de ese credo, que se materializó posteriormente en los preceptos del Corán, era subrayar el poder y la bondad de un Dios único.

Tras la muerte del Profeta, los eruditos musulmanes interpretaron y ampliaron sus enseñanzas a fin de establecer principios que rigieran a la sociedad. Tenemos así que noventa por ciento de la Sharia -la ley islámica- es una jurisprudencia convencional instituida por hombes comunes y corrientes. Muchos de los “principios eternos” cuya estricta observancia reclaman los fanáticos eran en realidad disposiciones temporales relacionadas con ciertas situaciones concretas a las que tuvieron que enfrentarse el Profeta y sus seguidores en el siglo VII.

Por ejemplo, los militantes instan a las mujeres a ponerse el hiyah, o velo árabe, cuando salen a la calle. En Argelia se ha llegado incluso a asesinar a colegialas por no cubrirse la cabeza con pañoleta, pero en ningún lugar del Corán se establece que las creyentes deban usar ese sofocante atuendo que las envuelve de pies a cabeza. En los tiempos del Profeta, muchas mujeres andaban con los pechos desnudos; lo que en realidad disponía el Corán era que debían vestirse más recatadamente, cubriéndose los senos con un lienzo.

Lo que el Islam siempre ha procurado -si bien con lentitud- es adaptarse a los cambios que impone el tiempo. Por ejemplo, aunque el Corán aprueba en forma explícita la esclavitud, son pocos los musulmanes que la considerarían aceptable en el presente.

Los militantes actuales añoran un “Estado islámico ideal” que suponen existió en los primeros años de la era musulmana. Pero en aquel tiempo no existía ninguna forma de gobierno tal como las conocemos hoy. Mahoma nunca tuvo un gabinete de ministros, ni administró un presupuesto, ni instituyó una fuerza policiaca. En ninguna parte del Corán se establecen reglas para ningún sistema específico de gobierno.

Con una población mundial de casi 1500 millones de fieles, la comunidad musulmana de nuestros días dista mucho de ser la aguerrida secta rodeada de enemigos que era en lo días del Profeta. Con todo, los extremistas modernos consideran que el mundo está dividido e una supuesta “zona de paz”, donde la mayoría musulmana vive regida por la rigurosa observancia de la Sharia, y una “zona de guerra”, que abarca el resto del orbe, incluidas las sociedades musulmanas cuyos dirigentes no están de acuerdo con ellos, como en el caso de Egipto, Túnez y Turquía.

Los más recalcitrantes, como los militantes del movimiento palestino Hamas, que mantiene una lucha armada contra Israel justifican el terrorismo citando el capítulo octavo del Corán: “No dejes que los infieles podrían escapa alguna vez... Lanza contra ellos todos los hombres y las cargas de caballería que tengas a la mano, para que siembres el terror entre los enemigos de Dios y tus adversarios...”

El llamado a las amas del Corán, o yihad (guerra santa), se relaciona en realidad con n episodio específico, cuando Mahoma se alistaba para atacar a sus enemigos desde La Meca. Nunca se pretendió que fuera un mandato de guerra permanente contra el resto del mundo. El Corán, de hecho, proclama que “Dios no ama a los agresores”. Y también contiene el siguiente dictado: “No permitas que el odio a otros hombres te aparte de la justicia. Obra con rectitud, pues así estarás más cerca de la auténtica piedad”.

Los predicadores demagogos han desvirtuado el sentido del yihad al insistir en que significa literalmente hacer la guerra a los presuntos “infieles”. Sin embargo, el Profeta hizo una distinción entre el “yihad menor” -atacar, por ejemplo, a los enemigos refugiados en La Meca- y el “yihad mayor”, al que entendía no como un combate físico, sino como la lucha para alcanzar la perfección y volverse una persona más íntegra y pura.

Los extremistas califican de “infieles” a todas las personas que no profesan el Islam, y les niegan el derecho de participar en actividades políticas. Como prueba de que el Profeta deseaba que musulmanes y no musulmanes se mantuvieran apartados, citan el siguiente versículo del Corán: “Creyentes, no tomen por amigos ni a judíos ni a cristianos, pues no reconocen más amigos que a ellos mismos. Quienquiera de ustedes que busque su amistad se volverá uno más entre sus huestes. Dios no guía a los malhechores”.

Pero esas palabras se pronunciaron en un tiempo en que un seguidor de Mahoma apoyaba a las tribus judías que estaban en guerra con los musulmanes; por lo mismo, cabe suponer que se referían a una situación particular y no a un hecho general. En todo caso, son invalidadas por muchos otros versículos en que el Corán expresa un profundo respeto a los miembros de otras religiones, como el siguiente: “Dios es nuestro Señor y el de ustedes. Nosotros tenemos nuestras obras y ustedes tienen las suyas... Al final todos regresaremos a Él”.

En otro sitio el Corán declara explícitamente que podemos compartir el alimento con los “pueblos del Libro”, o sea cristianos y judíos, y hasta unirnos a ellos en matrimonio. Afirmar, como hacen los extremistas, que el Profeta deseaba que los musulmanes se abstuvieran incluso de hacer amistad con otros pueblos y religiones constituye una tergiversación del mensaje de hermandad del Corán.

3. Hoy se está entablando una encarnizada lucha por conquistar el corazón y la mente de los musulmanes, con enorme repercusión para la paz mundial. Es una pugna entre los que conciben el Islam como una doctrina basada en la justicia, el humanismo y la compasión y los que predican el odio y la violencia; entre los que anhelan ver a nuestras naciones prosperar en el mundo democrático moderno y los que quieren hacernos retrocede a la Edad Media.

Al igual que los totalitaristas de todo el globo, los fanáticos musulmanes exhortan a sus seguidores a aborrecer al “enemigo” y defender un sistema dictatorial regido por una facción privilegiada. Las elecciones, señalan, no son un fin en sí mismas, sino un medio para ganar el poder. “La democracia es un veneno mortal cuyo fundamento es la impiedad”, ha declarado Alí Benhay, uno de los cabecillas del Frente de Salvación Islamita, de Argelia.

Por desgracia, muchos gobiernos del mundo islámico son débiles, corruptos y autoritarios. Has países pobres donde los déspotas de turno han suprimido la libertad de expresión y donde la tasa de analfabetismo alcanza 60 por ciento entre los hombres y 90 por ciento entre las mujeres; por eso no sorprende que los agitadores encuentren adeptos y los manipulen.

El primer paso para acabar con esa amenaza para la paz debe ser la institución de gobiernos honestos, instruidos y democráticos en el mundo islámico, de acuerdo con el precepto del Corán que insta a los musulmanes a resolver sus asuntos “por consentimiento mutuo”. Esto dará voz a las aspiraciones de los creyentes moderados que, en la mayoría de los países islamitas, no han podido expresar sus opiniones políticas.

La batalla contra el extremismo debe ser emprendida por los propios musulmanes, pero Occidente no debe dejar de apoyar a las fuerzas democráticas del mundo islámico. Y nosotros tenemos que reconocernos por lo que somos y defender nuestra fe. Como establece el capítulo 30 del Corán: “La creación de los cielos y la tierra y la diversidad de vuestras lenguas y razas son otras de las señales de dios, que las ha dirigido sin duda a toda la humanidad”.

¿Acaso no es esto una sagrada proclamación de tolerancia hacia todos los pueblos del orbe?


2. EL FUNDAMENTALISMO ISLÁMICO
César Arias Quincot

El viernes pasado, en estas mismas páginas (diario Expreso), se publicó bajo el título de “Testamento espiritual” un fragmento de las meditaciones de uno de los religiosos católicos tomados rehén y más adelante asesinado por un grupo fundamentalista islámico. En forma por demás conmovedora, esta futura víctima de los fanáticos expresa su amplitud de criterios y nos recuerda el mérito del Islam, religión y tradición cultural que no pueden ser equiparadas con la locura fundamentalista, del mismo modo que la inquisición no eliminó la grandeza del cristianismo.

Reacción ante la globalización
El mundo de hoy tiene dos grandes corrientes: de un lado aquella que viene de los grandes centros del poder mundial donde está no sólo la riqueza y el poder militar, sino, sobre todo, el conocimiento que, según Tofler, es la principal fuente de poder en el mundo de hoy. Del otro están las fuerzas que surgen de las culturas no occidentales o de aquellas regiones marginadas del gran desarrollo contemporáneo.

En el primer grupo de países y regiones se da el proceso de globalización, es decir, de integración cultural, económica, de comunicaciones instantáneas y regímenes políticos que, según Fukuyama, pertenecen a la etapa posterior al “fin de la historia”, e decir, a una concepción similar de democracia liberal basada en la división de poderes, el estado de derecho, el pluralismo y la vigencia de los derechos humanos.

Pero este proceso no unifica, por el contrario margina no sólo a quienes viven en el Tercer Mundo, sino a crecientes multitudes de personas pertenecientes a los países desarrollados: el desempleo, la disminución del gasto social, todo ello va generando marginación y rechazo. Entre las víctimas de este proceso de alzan voces de rebeldía, las banderas que se agitan y no son las del marxismo - leninismo, debido principalmente al “socialismo real”, sino las del nacionalismo chauvinista y las del fundamentalismo religioso.

En resumen, frente a una modernidad que margina, surgen movimientos arcaizantes, tradicionalistas y uno de ellos es el fundamentalismo islámico. La razón profunda es que en el Islam existe una percepción totalizadora de la vida social, visión que se vio gravemente afectada por la penetración occidental.

Para ser justo es importante saber que, a lo largo de su historia, el Islam mostró tolerancia y amplitud frente a comunidades judías y cristianas y que, durante siglos, hubo mucha más tolerancia hacia los judíos en el mundo musulmán que en el cristiano. Por último, es necesario mencionar que fueron los intelectuales islámicos los que rescataron a pensadores como Aristóteles, desconocido en Occidente hasta el siglo XIII.

Pese a ello existía en el Islam el germen del fundamentalismo: su visión integral y totalizante. No hubo en el mundo musulmán nada parecido a la diferencia cristiana entre el César y Dios. Por el contrario, el Califa era jefe religioso y político al mismo tiempo. El derecho civil y penal se inspiraba en el Corán.


El impacto de la modernización
Varias décadas antes de los 90, Arnold Toynbee decía que en el Islam había dos tipos de respuesta frente al impacto occidental. El pensador inglés los calificaba con nombres tomados de la Judea de tiempos de Cristo: “herodiano” y “zelotes”. Los primeros buscan sobrevivir adaptándose a las costumbres y cultura del dominador porque la saben superior, los segundos la rechazan en bloque, porque temen que una parte de ella podría desnaturalizar y “corromper” la totalidad de la sociedad.

Cuando la modernización se acelera y de difunden las modas occidentales, el alcohol, la emancipación de las mujeres, la presencia de discotecas, TV por cable, revistas occidentales, todo es visto como amenaza a la identidad propia. Si a ello añadimos la marginación y el desprecio occidentales por los valores islámicos, están ahí las bases para la reacción fundamentalista.

En Argelia, luego de décadas de dictadura unipartidista del FLN, se produjo una apertura política: en las primeras elecciones multipartidarias triunfaron los fundamentalistas del FIS (Frente Islámico de Salvación), el gobierno dio un autogolpe y formó un régimen semi militar que contó con el respaldo occidental. Como respuesta el FIS se dedicó al terrorismo dirigido en especial contra los occidentales y, sobre todo, contra los franceses.

En Irán gobiernan los fundamentalistas, en Líbano actúa el grupo fundamentalista Hamas; si a ello uniéramos una Argelia en manos del FIS, ello provocaría una auténtica desestabilización de toda la cuenca del Mediterráneo. Túnez y Marruecos se verían afectados inmediatamente y posiblemente Libia se asociaría al FIS en planes anti occidentales.

Enfrentare este peligro es difícil. Para ello es indispensable modificar el carácter excluyente de la globalización, adoptar una actitud más sensata y tolerante con las formas culturales no occidentales y superar aquella nueva forma de relativismo moral que amenaza los valores familiares y éticos. Si el proceso de globalización es indetenible, es muy importante despojarlo de aquellos elementos que generan la irracionalidad y los deseos arcaizantes de buscar en el pasado un ilusorio “paraíso perdido”


10. LOS 99 NOMBRES DE ALLAH
1. al Rahmán el Compasivo.
2. al Rahim el Misericordioso.
3. al Malik el Rey.
4. al QuddGs el Santo.
5. al Salám la Fuente de la Paz.
6. al Mu'min el Guardador de Seguridad.
7. al Muhaymin el Protector.
8. al `Aziz el Fuerte.
9. al Jabbár el Avasallador.
10. al Mutakabbir el Grande en Majestad.
11. al Kháliq el Creador.
12. al Bári' el Hacedor.
13. al Musawwir el Modelador.
14. al Ghaffar el Perdonador.
15. al Qahhár el Dominador.
16. al Wahháb el Dadivoso.
17. al Razzáq el Providente.
18. al Fattáh el Decisivo
19. al `Alim el Sabedor.
20. al Qábid el que retiene.
21. al Básit el Dador generoso.
22. al Kháfid el Humillador.
23. al Ráfi`el Exaltador.
24. al Mu'izz el que honra.
25. al Mudhill el que humilla. ,
26. al Sami`el que oye.
27. al Basir el que ve.
28. al Hakam el juez.
29. al `tidl el justo.
30. al Latif el Gracioso.
31. al Khabir el Informado.
32. al Halim el Clemente.
33. al `Azim el Grande sin comparación.
34. al Ghafúr el Perdonador.
35. al Shakúr el Retribuidor.
36. al `Ali el Altísimo
37. al Kabir el más Grande.
38. al Hafiz el Preservador.
39. al Ivluqit el Sustentador.
40. al Hasib el que lleva cuenta.
41. al Jalil el Majestuoso.
42. al Karim el Generoso.
43. al Raqib el que observa.
44~ al Mujib el que responde.
45. al W ási` el Liberal.
46. al Hakim el Sabio.
47. al Wadúd el Amoroso.
48. al Maj id el Glorioso.
49. al Bá'ith el Resucitador.
50. al Sahid el Testigo.
51 . al Haqq el Real.
52. al Wakil el Fidedigno.
53. al Qawi el Fuerte.
54. al Matin el Firme.
55. al Wali el Patrón.
56. al Hamid el Digno de alabanza.
57. al Muhsi el Omnisciente.
58. al Mubdi el Originador.
59. al Mu'id el que devuelve la vida.
60. al Muhyi el Dador de la vida.
61. al Mumit el Dador de la muerte.
62. al Hayy el Viviente.
63. al Qayyúm el Eterno.
64. al Wájid el Autosuficiente.
65. al Májid el Grande.
66. al Wáhid el Uno.
67. al Ahad el Unico.
68. al Samad el que recibe reparación de los hombres.
69. al Qádir el Poderoso.
70. al Muqtadir el que prevalece.
71. al Muqaddim el que impulsa.
72. al Mu'akhkhir el que retrae.
73. al Awwal el Primero.
74. al flkhir el Ultimo.
75. al Záhir el Exterior.
76. al Bátin el Interior.
77. al Wáli el Gobernador.
78. al Muta'áli el Sublime.
79. al Barr el Benefactor generoso.
80. al Tawwáb el que acepta el arrepentimiento.
81. al Muntaqim el Vengador.
82. al `Afúw el Perdonador.
83. al Ra'úf el Tierno.
84. Málik al Mulk el Gobernador del Reino.
85. Dhul Jalál wal Ikrám el Señor de Majestad y Esplendor.
86. al Muqsit el Equitativo.
87. al Jámi` el que recoge.
88. al Ghani el Independiente.
89. al Mughni el Enriquecedor.90. al Máni` el que priva.
91. al Dárr el que hiere.
92. al Náfi` el Benefactor.
93. al Núr la Luz.
94. al Hádi el Guía.
95. al Badi` la Causa Primera (o el Incompa¬rable).
96. al Báqi el Permanente.
97. al Wárith el Heredero.
98. al Rashid el Rector.
99. al Sabúr el Paciente

La anterior lista responde a una tradición que se hace remontar a Abú Hurayra, transmitida por Tirmidhí. Hay otras listas con ligeras variantes, pero la que damos aquí suele aceptarse generalmente. Cuando se eleva una súplica a Dios es costumbre utilizar el nombre que más de acuerdo va con la petición. Algunas listas omiten el número 67 (al Ahad) ; en este caso suele ponerse al comienzo de la lista el nombre de Állah, pero también es posible que aparezca al Mu'ti (el Dador) a continuación del número 89 (al Mughni), cuando se omite al Ahad. (J.R.)

05. El Budismo

1. EL BUDISMO

“Si un hombre, al ser herido por una flecha envenenada dijera: -No dejaré que me toquen la herida hasta que no sepa el nombre del que me ha atacado, si es un noble o un bramán, un hombre libre o un esclavo; no me dejaré curar sin saber antes de qué madera era el arco del que partía la flecha-, seguro que moriría a causa de la herida”.


I. VIDA DE BUDA
Hijo de un rajá hindú de casta guerrera, Siddartha Gautama nació en los confines del actual Nepal, posiblemente el año 563 a.C., miembro de la poderosa tribu de los Sakia. Según los sutras, él mismo dijo: “Yo tenía tres palacios: uno para guarecerme del frío, otro para librarme del calor y el tercero para protegerme en la época de las lluvias. Delicadas trovadoras halagaban mis oídos en el último de esos palacios, del cual no salía durante los meses de lluvia”.

Al igual que otros jóvenes de su época y casta, Gautama sobresalía en las pruebas de destreza física, especialmente en la arquería. Precisamente en este arte y deporte era tan hábil que en un torneo ganó la mano de una princesa, con quien tuvo un hijo. Sin embargo la vida de lujo y felicidad no le satisfacía. Movido por la angustia, un día, contrariando la voluntad de su padre, salió a correr mundo y vio por primera vez el espectáculo del sufrimiento humano. Vio a un anciano, luego a un enfermo, en seguida a un cadáver en descomposición, y por fin a un monje mendigo, de una serenidad digna bajo sus harapos.

Toma entonces una decisión: de noche, sin hacer ruido, deja su mansión, su esposa dormida y su hijo que acaba de nacer. Tenía entonces 29 años y comienza una vida de asceta profundizando la doctrina de los Upanisadas; se hace entonces un sakiamuni (monje sakia). Se sometió a rigurosos ayunos y a ejercicios ascéticos, que tan sólo le produjeron agotamiento físico y moral. Seis años después se sentó bajo una higuera (el árbol sagrado bodhi) y juró que no se movería hasta que el cielo no lo iluminara sobre el secreto del dolor universal. Entonces, en medio de tormentas aterradoras se le aparecieron los ejércitos de Mara,(deidad tentadora del mundo de las pasiones) y lo atacaron con rayos, piedras y proyectiles candentes. Mara lo tentó ofreciéndole todos los tesoros del orbe a cambio de que desistiera de su propósito, mas Gautama, lejos de inmutarse, invocó a la tierra sobre la cual se hallaba sentado, como testigo de la constancia de su resolución; y los ejércitos del tentador huyeron despavoridos. Al cabo de 49 días descendió sobre él la ansiada iluminación. Era capaz de alcanzar la liberación, la extinción (Nirvana). Desde entonces fue el Buda, es decir el Iluminado, el Clarividente.

Después de muchas dudas se decide a comunicar su experiencia espiritual, el dharma (verdad, doctrina o ley); es el comienzo de una larga peregrinación apostólica. Se dirige a la ciudad santa de Benarés, donde pronuncia el celebre Sermón de Benarés, inicio de su vida apostólica. Por espacio de 45 años recorre el norte de la India predicando y haciendo adeptos. Las conversiones se multiplican entre los mismos brahmanes. Buda agrupa a sus prosélitos en comunidades. Muere agotado y feliz a los 80 años recostado sobre el lado derecho y esperando la liberación del Nirvana.


II. DOCTRINA DE BUDA
Lo esencial está contenido en el “Sermón de Benarés”, conocido como las cuatro nobles (santas) verdades. No se trata de un “credo”, de un “creo en Dios”. El budismo es una religión atea, o por lo menos agnóstica. Buda no anuncia a Dios, no lo revela, no es un profeta. No pretende hablar en nombre suyo. La revelación de Buda es precisamente que no hay religión revelada, que la única liberación posible es la adhesión de cada uno a las verdades totalmente humanas que ha descubierto. Todo pasa, todo es ilusión, la única realidad es el dolor universal.


1. “Las Cuatro Nobles Verdades”
Corresponden a los cuatro pasos del método practicado por la medicina india:


a. Reconocer o diagnosticar la enfermedad
“Esta es, oh monjes, la verdad santa sobre el dolor: el nacimiento es dolor, la enfermedad es dolor, la vejez es dolor, la muerte es dolor; la convivencia con los que no se ama es dolor, la separación de lo que se ama es dolor, todo deseo insatisfecho es dolor, todo apego a los objetos es dolor”.

b. Buscar su causa u origen
“Ésta es, oh monjes, la verdad santa sobre el origen del dolor: es la sed de existencia que conduce de un renacimiento a otro, acompañada del placer; que encuentra en esto el cumplimiento de su deseo: la sed de placer, la sed de existencia, la sed de eternidad”.

c. Indicar en qué consiste la curación
“Ésta es, oh monjes, la verdad santa sobre la supresión del dolor: esta sed sólo se extingue por el aniquilamiento del deseo, desterrándolo totalmente de nuestro espíritu, renunciando a él, no dándole acogida en nosotros”.

d. Señalar el camino o terapia de curación
“Ésta es, oh monjes, la verdad santa que conduce a la supresión del dolor: este camino sagrado tiene ocho ramas, que se llaman: fe pura, voluntad pura, lengua pura, acción pura, medios de existencia puros, ocupaciones puras, memoria pura y meditación pura”.


3. El Vacio
Buda niega rigurosamente el “yo”, el “alma”, el “atmán”. “El espíritu es una ilusión”. Este mundo que habitamos no contiene ninguna realidad. Es un océano de “impermanencia, de insustancialidad, de irrealidad fenoménica”.

Nos desconcierta la afirmación de un yo metafísicamente inexistente y prácticamente inmortal. Si la transmigración no es sino una continuidad sin identidad, ¿por qué entonces tenemos que heredar nuestros méritos... o la forma de obrar en las innumerables vidas anteriores?


4. El Nirvana
Buda lo define así: El fin de las reencarnaciones. Es como si una persona no vertiera más aceite sobre la lámpara que lo alumbra”. Nirvana es igual a no ser, extinción. Es la abolición de toda voluntad, de todo deseo, de toda sensación, de todo cambio, de todo devenir. No es la eterna bienaventuranza, ni la nada absoluta, sino un estado inimaginable de inconsciencia absoluta y de no-ser. Es vacío e infinito como lo es el espacio para los pájaros.

Se llega al Nirvana evitando todo lo que puede hacer daño a una criatura. El sabio budista es impasible, sereno, pero benévolo.


III. MORAL BUDISTA

1. El Esfuerzo Personal
“No esperen nada de los dioses despiadados que nacen, envejecen y mueren para volver a nacer, y ni ellos mismos han llegado a deshacerse de su propio dolor. Esperen todo de ustedes mismos”.

2. El Camino del Medio
Buda desaconseja, no obstante, las austeridades: “¿Saben ustedes, oh monjes, cuál es este camino del medio que Buda ha descubierto, que abre los ojos del espíritu, conduce al reposo, a la ciencia suprema, al Nirvana? Busquen el medio entre el ascetismo y la vida mundana”.

3. Los Cinco Mandamientos
“Abstenerse de aniquilar toda vida, de coger lo que no se te ha dado, de obrar mal con respecto a los placeres sensuales. Abstenerse de falsas palabras, de productos intoxicantes que tienden a oscurecer el espíritu”.


IV. COMUNIDAD MONASTICA
Buda ofrece a sus discípulos la triple joya: Un maestro (Buda); una ley (Dharma); una comunidad de monjes (Sangha).

La Sangha es una comunidad autónoma de hombres libres que buscan individualmente el Nirvana.

El monje (bonzo) debe seguir un noviciado: se le rasura la barba y el cabello, se le reviste con el hábito de monje y acepta la regla de la comunidad y la dirección de un preceptor. Cuando el noviciado acaba, el postulante, que debe tener a lo menos veinte años, es recibido como bhiksu después de la aprobación de la asamblea. Acepta entonces las reglas de la pobreza monástica: No puede poseer más que nueve objetos: tres piezas de ropa, un cinturón, una aguja, una navaja de afeitar, un filtro, un abanico y una escudilla para mendigar su alimento. Se compromete además a observar los cuatro deberes: castidad absoluta, no matar ni aun a los animales, no robar, no envanecerse de su perfección espiritual.

Para estos religiosos, en principio errantes, se crearon los monasterios y en ellos los ritos comunitarios. Algunos monasterios cuentan con millares de monjes y practican una amplia hospitalidad. Aquí la vida transcurre en ambiente de silencio: sin un trabajo regular, el día está sembrado de conferencias, salmodias, meditaciones. Cada quince días el monje se acusa públicamente de sus faltas exteriores. Las faltas contra los cuatro deberes conducen a la expulsión.

Los laicos están comprendidos dentro de la sangha, con la función de mantener a los monjes, el monasterio y sus dependencias, esforzándose por seguir las enseñanzas de Buda, en la espera de renacer como monje en una próxima reencarnación.


V. CULTO BUDISTA
El estado de bonzo es el camino más seguro para alcanzar el Nirvana. Los monjes son los encargados del culto, que no consta de sacrificios, ni de sacramentos, sino de simples ofrendas de esencias, de flores, de cirios, de gestos de veneración hacia Buda o sus discípulos inmediatos; de peregrinaciones a los lugares santificados por el fundador, a las pagodas que contienen sus reliquias o sus emblemas mágicos )huellas sagradas, ruedas, flor de loto), a las innumerables Stupas (edificios funerarios).

Los laicos que observan la ley y practican la caridad especialmente con los bonzos, pueden esperar una reencarnación agradable. Aunque Buda era tan benévolo, no se mostraba sin embargo muy galante: “Es preciso desconfiar de las mujeres; por una que haya prudente, hay mil locas o malvadas”. Por eso se opuso durante largo tiempo a las órdenes femeninas. Las mujeres que son piadosas, pueden esperar renacer convertidas en hombres.

La piedad de los humildes se manifiesta en la veneración de reliquias y estatuas de Buda y en peregrinaciones (lo que no deja de ser una contradicción con las enseñanzas de Gautama)


VI. CORRIENTES DEL BUDISMO: LOS TRES VEHICULOS
“El mundo es una casa ardiendo. Para huir de él hace falta un vehículo”. El budismo tiene versiones o “vehículos”:

1. Pequeño Vehiculo (Hinayana)
Es el budismo primitivo. Admite siete Budas. Sakiamuni es el sexto. El Buda futuro es Maitreya. El acento se pone aquí en el aspecto individual del nirvana. Se llama “pequeño vehículo” pues sólo puede ser empleado por un grupo escogido, es decir, los que observan la rígida disciplina monástica. (Ceilán, Birmania, Thailandia, Camboya y Laos).

2. Gran Vehiculo (Mahayana)
Budismo más extendido, es una reforma del siglos III a.C. y admite la existencia de 300 millones de Sakiamunis, que obran sobre millares de mundos. Cada uno puede llegar a ser un Buda, pero como lo esencial es el amor al prójimo, lo mejor es hacer el gran voto: renunciar a su propio nirvana para trabajar en la liberación del todo en un nirvana cósmico. El que acepta este sacrificio es el tipo acabado del sabio: el bhodhisattva. El más venerado de entre ellos es el Avalokiteshvara. (Vietnam, Japón, China, Corea).

3. Vehiculo Del Diamante (Vajrayana) (vehículo de lo divino)
Es una pasmosa mezcla: viejas creencias mágicas, desconcertante fisiología mística, contador (rosario) para las oraciones, divinidades femeninas, mezcla de lo macabro con lo erótico.(Tíbet, Mongolia)


VII. ¿RELIGION O SABIDURIA?
Según las estadísticas existen de 200 a 550 millones de budistas en el mundo. Varían debido a que no se sabe con certeza si la China es budista, confucianista o taoísta . Son religiones que se amalgaman y se superponen. En el Japón, el Amidismo, religión de una gran pureza, adora a Sakiamuni como la “divinidad brillante sin medida”.

En realidad existen diversos budismos. La razón está en el individualismo de sus miembros, la independencia de los monasterios, la pluralidad de lenguas en que se expresaban los seguidores de Buda, y por carecer de las técnicas de memorización y transmisión de las doctrinas de que disponía el hinduismo.

El budismo Zen utiliza el Yoga para el desarrollo de la energía y del desprendimiento. La casta militar de los Samurai lo ha adoptado como pieza maestra de su código de honor. Tampoco es fácil distinguir en qué medida los seguidores del Tantrismo en el Tíbet siguen siendo seguidores de Buda.

Dada la imprecisión del Budismo, es de suponer que no está organizado como institución con sus fronteras dogmáticas, jefes, jerarquía, credo y capital. Hay ritos propios, como corrientes y sectas, inclusive con prácticas y creencias diferentes. No hay, pues, una iglesia budista. Inclusive se puede decir que no hay una religión budista. Apenas puede decirse que sea una doctrina (la de Buda sería más bien la de que no lo es). Se trata, como en el hinduismo, de una mentalidad profunda que impregna a la vez la visión del mundo y la del comportamiento cotidiano a lo largo de toda una vida dedicada a la nada. Existe una sabiduría budista. Lo mismo que Buda tiene numerosos rostros impenetrables, el árbol fecundo del budismo tiene muchas ramas.

El budismo es una sabiduría derivada de las creencias del hinduismo, pero en reacción contra el ritualismo excesivo de los brahmanes. Es un hinduismo reformado que conserva los fundamentos del mismo: necesidad de liberarse de las apariencias, reencarnación, importancia de una meditación que implica al cuerpo.


VIII. PARA LA REFLEXION
1. Historicidad y leyenda en la referencia a existencias anteriores.
2. Liberación del dolor por la extinción del deseo frente a redención por el amor, resurrección y unión con el Padre.
3. Caridad fruto de creencias desprovistas de fundamento histórico frente a Cristo curando verdaderos leprosos y muriendo en la cruz por amor.


IX. LOS DIEZ PRECEPTOS

1. Abstenerse de destruir la vida.
2. No robar.
3. Abstenerse de fornicar y de otras impurezas.
4. Abstenerse de mentir.
5. Abstenerse de licores fermentados, alcohol y bebidas fuertes.
6. Abstenerse de comer en las horas prohibidas.
7. Abstenerse de danzas, de cantos y de todo espectáculo.
8. Abstenerse de adornar y de embellecer el cuerpo por medio de guirnaldas, perfumes y ungüentos.
9. Abstenerse de utilizar un lecho o una sede elevada o espaciosa.
10. Abstenerse de recibir oro y plata.


X. LEXICO

Buda (Buddha): en sánscrito, el despertado (boddhi: despertar) o el iluminado.
Bhiksu: monje mendicante.
Bodhisatva: sabio que ha alcanzado el despertar; sucesor de Buda.
Dalai-Lama: literalmente, lama parecido al océano; maestro del saber.
Hinayana: ver “pequeño vehículo”.
Lama: término tibetano por sacerdote.
Mahayana: ver “gran vehículo”.
Mantras: sílabas sagradas del tantrismo, que transforman el espíritu. P. ej.: “Om, mani, padmé, om”(la joya en el corazón del loto, que significa la unión de los principios masculino y femenino).
Nirvana: en sánscrito, extinción. No es tanto el no-ser o la nada, como la liberación de la necesidad de renacer, paz total más allá de la pena y del gozo.
Panchen-Lama: lama joya, reencarnación de un lama.
Sangha: comunidad de los discípulos de Buda.
Shakti: forma creadora femenina adorada en el shaktismo, forma degradada del budismo.
Sunha: el vacío, realidad detrás de la ilusión de todo cuanto existe.
Sutras: predicaciones de Buda, reunidas en cinco colecciones.
Trijatna: las tres joyas (bodhi, dharma, sagha):. (Yo me refugio en la sabiduría, ... en la ley, ... en la comunidad).
Vajrayana: ver “vehículo del diamante”.
Yana vehículo para atravesar el río de las reencarnaciones.
Zen: procede de “dhyana” (meditación). Forma del budismo establecida en China y luego en Japón por Yosai (1141-1215). Por técnicas muy variadas, el zen intenta alcanzar el vacío que permita acceder a la iluminación interior.



2. EL CAMINO DEL ZEN

EL BUEY Y EL PASTOR

Las diez Kuo-kan o viñetas de "El buey y el campesino” (ver al final de los apuntes) son del siglo XII. Muestran de manera simple y clara lo que es el camino del Zen, forma particular de Budismo surgida y practicada principalmente en Japón.

Como el Zen no tiene representantes oficiales, su enseñanza viene através del koan y el mondoe, dichos paradójicos del maestro y el alumno.

Cada viñeta tiene un título, un breve comentario y un verso. Conviene primero observarlas y buscar un sentido propio, antes de leer la interpretación que presentamos.

I. Un joven campesino se halla en búsqueda de su buey perdido. Es el símbolo de la búsqueda de la realidad última, del Verdadero Yo.

II. El joven ha encontrado las huellas del buey y las está siguiendo. Pero la búsqueda no es suficiente: hay necesidad de encontrar el camino de realizar el Verdadero Yo. El camino es personal y debe ser un camino auténtico. Para ello es necesario un maestro, un guía.

III. El campesino encuentra el buey. Es un momento crucial de la búsqueda: la experiencia propia de la realidad última, la primera iluminación, la experiencia fundante, el satori. Creer y buscar el infinito, sin pasar a la realización, no llevará a una vida que merezca tal nombre..

IV. El joven ha cogido al buey, que intenta escaparse. Pero esta iluminación, en el Zen, no es una meta, sino el principio. Se produce una necesaria lucha interior para mantener lo que se ha logrado. No es suficiente una o dos veces para ver, sentir, hacer la experiencia del Verdadero Yo

V. El buey ha sido amansado.. Tras una fuerte lucha , el hombre logra reconciliarse consigo y con la realidad. Es un largo camino de formación y de discernimiento.

VI. El joven monta en el buey, toca la flauta mientras regresa a su casa. Ha encontrado lo que perdió o estaba buscando. Ha domado, amansado, subyugado al buey. Todo es certeza, alegría, paz, música. La batalla ha sido ganada, o así parece.

VII. Desaparece el buey y el joven queda solo. Se ha replegado sobre sí mismo al buscar la seguridad, el placer, el poder, los dogmas, la compañía, el amor, las ideologías, los programas de acción, la razón, la historia, las emociones, la naturaleza. Hasta las imágenes y las ideas de Dios, del mundo, de sí mismo pueden volverse ídolos y el hombre puede encontrar en ello seguridad e identidad. Sin embargo, todas son construcciones humanas, proyecciones de la fantasía. No hay fundamento sólido y cierto en ellas: ni objetivo, ni subjetivo. El joven ha pensado que su Verdadero Yo es su Dios; lo demás sólo era fabricado. Es la caída de las proyecciones, una etapa de soledad, de aislamiento, de depresión.

VIII. Hay un espacio vacío dentro de unos límites. Es el momento en que todo desaparece, se da la ausencia de todo: de Dios, del mundo, de sí mismo. Lo de fuera y lo de dentro, sujeto y objeto, se vuelven vacíos. Es la experiencia de estar en el reino de la Nada y al mismo tiempo de vivir el nacimiento del Todo. Vacío y plenitud, muerte y vida.

IX. Hay un jardín florido, un arroyo que corre, peces, aves, mariposas. Cuando mueres del todo a ti mismo, se te abren los ojos a toda la realidad. Aquí no aparece el hombre; no se trata de un mundo antropocéntrico, que es una construcción humana, sino de la realidad como tal, en un surgir interdependiente, co-creándose en una profundidad sin límite y en su posibilidad infinita.

X. Un viejo con el tórax y los pies desnudos está hablando con el joven que lleva pescados y licores a vender al mercado. Simboliza el retorno al mundo, significado por el "lugar del mercado". Ya no existe dualismo o separación entre lo sagrado y lo profano, entre el templo y el mercado, entre la oscuridad y la luz.

miércoles, 3 de junio de 2009

04. El Hinduismo

I. EL HINDUISMO O LA LEY ETERNA

Conocer el hinduismo es hoy día una necesidad. Por un lado, teorías y prácticas hinduístas se difunden por el mundo por obra de gurús (maestros espirituales) que obtienen bastante éxito. Por otro, cada vez son más los jóvenes que van a la India o se acercan a grupos hinduistas a hacer experiencias espirituales el algún ashram bajo la dirección de un gurú.


1. Visión general del hinduismo.
Es necesario señalar que hablar del hinduismo es extremadamente difícil. En primer lugar es casi imposible definir el hinduismo y decir quién es hindú. En segundo lugar, el hinduismo se ha desarrollado en un período histórico de cuatro mil años durante los cuales ha sufrido cambios muy importantes, ya por evolución interna, ya por el hecho de haber entrado en contacto con otras religiones como el cristianismo y el islam. En tercer lugar, el hinduismo tiene una vastísima literatura religiosa y filosófica en la que encuentran lugar las más diversas y a menudo opuestas concepciones religiosas y filosóficas, de manera que no es posible decir qué doctrina es hindú y cuál no lo es. Por último, el hinduismo, que es considerado la religión más antigua, no es una religión, sino un complejo de religiones y sectas muy diferentes formando todas parte de la tradición hindú.

Religión, filosofía, orden moral y vida social, forman esta mezcla única cuyos elementos no pueden separarse. A este conjunto que los occidentales reducen en el concepto de “religión” llamado por ellos “hinduismo”, dentro de la propia cultura se le reconoce como la Sanatana dharma o "ley eterna". En su origen es una mezcla de cultos autóctonos y de concepciones y dioses de Irán llegados a la meseta del Decán, a partir del valle del Indo y de la llanura del Ganges. Se remonta a los años 2000 a 1500 a.C. Se calcula en 460 millones el número de sus creyentes en la actualidad, especialmente en Asia.

Lo que comúnmente aceptan los muy diversos grupos es: la autoridad de los primeros y más importantes libros sagrados, los Veda; la creencia de que el mundo es creado, conservado y destruido cíclicamente; la creencia en la transmigración de las almas (samsara) según las leyes de la fructificación de los actos (karma); la creencia en la liberación definitiva del alma del vínculo de la transmigración (mukti - moksha); la división en castas (varna); el respeto a la vida de las vacas. Es hindú, quien habiendo nacido en medio de una familia hindú, acepta en todo o en parte este fondo común que constituye la Ley Eterna u Orden del mundo.


2. Multiplicidad religiosa en el hinduismo
El despertar del interés por conocer el significado del universo -diría un hindú- es algo que se siente dentro del corazón. Las escrituras indias mencionan siempre el corazón. ¿Qué tiene que ver esto con la multiplicidad de formas religiosas que presenta el hinduismo? Que nadie puede dictar leyes a los demás en lo que se refiere a la verdadera imagen de Dios, “pues sus imágenes son muchas”. La variedad es motivo de exaltación, como prueba de las mil posibilidades que tiene el hombre de unirse con su Señor. No se trata de poner límites a estas posibilidades para canalizarlas en una sola dirección. Reduciría las posibilidades religiosas de los hombres y de sus “corazones” y desautorizaría al mismo Dios, al que todas las formas le pertenecen, por ser él su fuente última.

La verdad suprema permanece escondida. No hay en el hinduismo una verdad impuesta a la fuerza, ni una racionalización, ni tampoco una fe dogmática. Lo realmente importante es la búsqueda de la verdad. El hombre que se realiza es un vidente, un sabio capaz de dar testimonio. Testimonio de su “adquisición suprema” expresado indirectamente de muchos modos: mediante paradojas, anécdotas y también en forma de diálogo entre un maestro y su discípulo.

La “tradición védica” se ha conservado mediante un sistema exacto de memorización y recitación.


3. El hinduismo a lo largo de la historia
Los Vedas (siglos XVI a VII a.C.): Son colecciones de himnos en verso que ensalzan a los dioses y están destinados a ser cantados o recitados. La literatura védica comprende los textos de la religión hindú más antiguos escritos en védico. Se compone de cuatro colecciones: Rigveda, Samaveda, Yajurveda y Atharvaveda.

El Rigveda es una colección de los himnos a los dioses compuestos por sacerdotes indoarios entre el 1500 y el 900 a.C. Es la parte más antigua. La importancia de cada dios depende del número de himnos a él dedicado.

El Samaveda es una selección de versos del Rigveda, adaptados para uso litúrgico.

El Yajurveda es una colección de fórmulas sacrificiales.

El Atharvaveda reúne conjuros y fórmulas mágicas y refleja una religiosidad popular y supersticiosa.

Los Brahamanes: Los libros Brahamana son voluminosas obras en prosa que comentan e interpretan los himnos del Veda, con vistas a justificar y explicar los detalles del ritual sacrificial. Al igual que los Vedas, son textos anónimos, sin embargo desarrollan una ideología sacerdotal centrada en la técnica del sacrificio. Dan cuenta de una religiosidad de especialistas del ritual, de profesionales del sacrificio, obsesionados por los problemas técnicos de su eficacia, una religiosidad completamente alejada de los sentimientos populares.

El brahman es una energía cósmica que se libera en el sacrificio y la liturgia, que lo acompaña, por la cual funciona el universo.

Los Upanisadas: (siglos VII - III a.C.): Los Upanisadas antiguos fueron compuestos entre los siglos VII - V a.C., en prosa y las más recientes entre los siglos V y III a.C., en verso. El nombre significa, textualmente, sentarse bajo o junto a alguien. Se refiere al sentarse del discípulo junto a su maestro para oír sus confidencias. Finalmente significa “doctrina secreta”. Fueron compuestos, elaborados y recopilados oralmente, y de la misma manera fueron transmitidos de maestro a discípulo. Sólo posteriormente fueron fijados por escrito muchos de ellos, en forma de diálogo.

El mecánico ritualismo de los brahmanes los alejó tanto de la gran masa de la población, como de los espíritus más críticos y despiertos. En esta época surgen movimientos marginales de tipo ascético y pesimista. De la discusión de los nuevos ascetas con los brahmanes fueron surgiendo los Upanisadas. El budismo fue uno de estos movimientos.

La tradición védica concluyó creando los Upanisadas y la formulación de la noción de la identidad del yo individual (atman) con el absoluto (Brahman).

Los Sutras, colecciones de aforismos, del siglo VI d.C., tratan de sintetizar la enseñanza de los grandes intérpretes. Tres de estos, algo posteriores, son: Sankara (788-820 d.C.), Ramanuja (?-1137 d.C.) y Madhva (1197-1276 d.C.), nombres de los que se debe tener noticia.

Pese a toda esta variedad se puede reconocer tres tendencias principales: védica, gita-bhakti y adbaita.


4. Lo divino y lo humano en el hinduismo

a. Los dioses y los ritos
En los himnos védicos no son vistos los dioses en términos exactamente humanos. Son más bien manifestaciones de la naturaleza o de las fuerzas cósmicas. Los nombres divinos son innumerables, pero todos se entienden como expresiones de Brahman, pues aunque pueda asumir formas ilimitadas, es considerado siempre uno solo en su esencia. En el hinduismo no causa extrañeza el hecho de que cada aldea tenga su propia divinidad o divinidades. La multiplicidad de divinidades no es sinónimo de politeísmo, puesto que Brahman es único. Los dioses son simples vías de aproximación a la realidad última.


a.1. Dioses del período védico: Agni, Indra, Varuna.

Entre los años 1500 y 850 a. C. los arios ocuparon el noroeste de la India. Entre otras consecuencias tenemos su influjo en el origen de la religión hindú. Entre los dioses destacan Mitra y Varuna como dioses soberanos. Mitra representa el poder espiritual y garantiza los contratos. Varuna representa el imperio, el poder y el orden del universo.

Todos los aspectos de la vida y la naturaleza manifiestan algún dios, espíritu o demonio. El dios más importante es Indra, señor de la fuerza. Es el jefe, el dios macho, el dios de la guerra, los ejércitos, el que siempre vence y hace vencer en la guerra y en la pelea.

Agni es el fuego, el sacerdote y el mensajero. Es el dios más cercano, protector de la casa. Su importancia viene del papel desempeñado por el fuego en los sacrificios.

En la cultura aria el primer deber era mantener el fuego doméstico, el hogar. Tanto en Irán como en la India toda la liturgia gira en torno al fuego. Hecho el sacrificio a los dioses, el mediador entre los hombres y los dioses es el sacrificio; el que lleva las ofrendas humanas hasta los dioses, para que consuman, es Agni.

Después de Indra y de Agni, el dios más popular era Soma (significa “jugo”) y era la bebida excitante que los hombres ofrecían a los dioses y que jugaba un papel central en la liturgia. También la bebían los oferentes.


Dioses del período védico:

Agni: La fuerza vital de la naturaleza. El dios del fuego y del sacrificio.

Indra: El dios del cielo y de la guerra. Varuna: El defensor del orden cósmico, con poder para castigar y premiar.


Dioses posteriores:

Brahma: el creador, señor de todas las criaturas. Está por encima de todo culto y apenas si se encuentran templos dedicados a él.

Visnú: el preservador, controla el destino humano. Actúa muy cerca de la humanidad en sus diez encarnaciones (avatara). Es generalmente amable. Siva: el destructor, origen del bien y del mal. Destructor de la vida, pero también el que recrea la nueva vida.

Sarasvati: mujer de Brahma, diosa del conocimiento, del bien y de la verdad. Laksmi: mujer de Visnú, diosa de la fortuna y de la belleza. Kali-Durga: mujer de Siva, la “gran madre”, símbolo del juicio y de la muerte.


Los diez avatara de Visnú

  • 1. Matsya: el pez. Apareció en tiempos del gran diluvio para avisar a la humanidad.
  • 2. Kurma: la tortuga, que salvó los tesoros del diluvio
  • 3. Varaha: el jabalí, que levantó la tierra del diluvio.
  • 4. Narasimha: el hombre - leon. Derrotó a los demonios malos.
  • 5. Vamana: el enano, que derrotó a los demonios malos.
  • 6. Parusarama: “Rama con un hacha”. Destruyó a los miembros de la casta satriya , que amenazaba dominar el mundo.
  • 7. Rama-Chandra: héroe del poema Ramayana, noble compendio de virtud que combatió el mal en el mundo.
  • 8. Krisna: el más popular de todos los dioses, héroe de muchos mitos donde aparece como guerrero, amante y rey.
  • 9. Buda: El iluminado” El noveno avatara es el Buda Gautama, fundador del budismo.
  • 10. Kalkin: décimo avatara que está todavía por venir.


a.2. Dioses posteriores: dualidad Brahman - Atman.

Brahman (Dios, en nuestro lenguaje). Palabra neutra que designa lo absoluto, la esencia cósmica, el alma universal, la existencia pura. El fin del hinduismo es la unión con brahman, que es la fuerza creadora, lo único que existe, la esencia real de las cosas y los fenómenos, el gran "eso", la totalidad, lo absoluto impersonal e indefinible. Está presente en cada ser (atman). Atman es el soplo vital, el alma inmortal idéntica al principio absoluto y destinado a unirse con él después de liberarse de los renacimientos. Cada uno no es más que un aspecto del gran todo. La única manera de llegar a ese gran todo es mediante la meditación, el conocimiento o el yoga. Ese camino no puede hacerse solo, hay que contar con un gurú.

En la visión hinduista no hay un dios sino un orden en las cosas. Un orden que es eterno y comienza siempre de nuevo. Explican el inicio de las cosas y el hombre con el "huevo de Brahman", mito cosmogónico ( ) que se repite indefinidamente. Brahman es también un rito, una fórmula, un MANTRA que transforma al que lo pronuncia y a la vez da órdenes a las cosas y a las fuerzas que representan a los dioses ( ).

Según un antiguo texto, hay "33 millones de dioses", lo que nos hace pensar que realmente no hay ninguno, sino algo así como "principios de divinidad" o "realidades divinas difusas". Por eso en las portadas de los templos se puede ver infinidad de cuerpos entrelazados o danzantes, animales y demonios. Como cada ser de la naturaleza está asociado a alguna divinidad, también vemos increíbles relatos míticos con aventuras guerreras o amorosas (p.ej. Indra mata a un dragón, conquista el sol, se emborracha con Soma, libera a las auroras, destrona a su padre Varuna. Visnú se casa con Laksmi, guía un navío, mata demonios y gigantes, derrota un ejército entero...).


b. Caminos de liberación:
b.1. Samsara - (Fluencia).
Es lo comúnmente llamado transmigración de las almas. Es esa corriente perpetua y cíclica que arrastra al alma individual (atman), a través de reencarnaciones sucesivas. Está simbolizado en la rueda o en las olas de un río incesante. Para el hinduista el alma transmigra de cuerpo en cuerpo, liberándose de los sufrimientos (del hombre al vegetal, pasando por el mono, el pájaro y el insecto, hasta 86 millones de veces). Esa liberación se alcanza por la observancia de los ritos y sobre todo por el conocimiento de la identidad entre el alma y lo absoluto.

b.2. Moksa - (Liberación).
Los caminos de liberación en el hinduismo pasan por la épica y el culto. La gran meta es la Moksa, que significa liberación, emancipación, salvación y libertad. Esta idea apareció hacia el siglo VII a.C. como uno de los caminos.

- Camino de la acción (Karma-Marga). El reconocimiento de que vivimos nuestra vida en el mundo, donde hay que realizar una tarea y enfrentarnos a nuestras obligaciones, justifica el camino de la acción. Nuestra condición social comporta deberes.

- Camino del conocimiento (Jnana-Marga). El deseo de libertad no era político sino espiritual. La tradición de los Upanisadas acentuaba la liberación de los lazos de la ignorancia que ataba a las personas a las reencarnaciones. Cuando la realidad fuera captada verdaderamente y se rechazara lo transitorio o ilusorio, se conseguiría la liberación.

- Camino de la devoción (Bhakti.Marga). También llamado camino del amor. Enseña que el Absoluto se encuentra con nosotros en forma persona, y por lo mismo puede haber respuesta humana a la gracia divina. A diferencia del Brahman impersonal, Dios es visto como algo que se puede alcanzar y que suscita en la humanidad un espíritu de adoración. La mayoría de los Hindúes se inclinan por esta vía de profundidad espiritual que lleva al santo a renunciar a todo para recibirlo todo de Dios. Va en contra del ritualismo, y es tan variada, numerosa y colorida, que corre el riesgo de ocultar el sentido de Dios.


c. El Karma y el Dharma
Los actos éticos y los rituales están naturalmente mezclados. Así, en los Vedas primitivos, el pecado podría ser moral o ritual. Los dos conceptos fundamentales eran Karma y Darman.

c.1. Karma(Acto, obra).
Es la fuerza "invisible" o ley que emana de los actos humanos. Esta energía convierte al "atman" en prisionero de un cuerpo y lo obliga a reencarnarse ("Somos lo que hemos hecho, seremos lo que hagamos o haremos"). Para evitar la pesadez del "karma" el ideal sería no obrar, el desapego de todo, vivir como no existiendo. Unos piensan escaparse mediante la devoción o los sacrificios a Visnú, Siva, Krisna. Otros buscan desatar los vínculos con el mundo mediante el "yoga".

c.2. Dharma
Es la ley que mantiene el orden del mundo, la realidad esencial del cosmos, de la sociedad y del hombre. Es el orden que reina entre los dioses cada uno con su función; entre los hombres, uno ladrón de rebaño y otro guardián del ganado; en la naturaleza, rigiendo las estaciones y las cosechas; en el orden moral, actuando cada uno según su deber. Es la armonía del mundo en equilibrio, que guardada lleva a la liberación. Aquí está el origen de la división de la sociedad en castas, realidad incomprensible fuera de la propia cultura.


II. “HARE KRISNA”: CORRIENTE MODERNA DEL HINDUISMO
1. Fundación

Abhay Charan estudió en la Universidad de Calcuta, fue empleado de comercio, y formó una familia, la cual dejó cuando en 1922 encontró a su gurú, Sri Srimad Bhaktisiddhanta Saravasti Gosvami Maharaja, quien le confió extender por Occidente la filosofía del Bhagavad - Gita (sabiduría Védica).

Después de hacer una opción de vida de renuncia, consiguió un pasaje gratuito en un buque hindú que hacía el trayecto Bombay - Boston. Tenía 69 años cuando el maestro espiritual desembarcó en EE.UU., desprovisto de todo y teniendo como única posesión sus libros. Se dedicó a la predicación de la sabiduría védica, al ejemplo y a la organización.

En 1966 fundó templos en Nueva York y San Francisco, en 1967 en Boston y Montreal, en 1968 se instala en Londres. Hoy día la asociación AICK se encuentra diseminada por todo el mundo, aunque la sede principal se sitúa a partir de 1974 en Mathura (India). Falleció el 14 de noviembre de 1977 en Mathura (India). Había escrito más de 70 volúmenes de traducciones y comentarios de los más importantes clásicos religiosos y filósofos de la India.

Según el testimonio del propio fundador, la AICK no persigue ningún fin lucrativo y tiene como propósito difundir los principios de una existencia más pura tal como las escrituras Védicas lo enseñan. El Movimiento de la Conciencia de Krisna pretende ser el conocimiento universal del Espíritu. Gracias a él, todas las creencias se orientan hacia el Uno, a pesar de las diferentes aproximaciones. Gracias a Krisna, se alcanza la finalidad de toda creencia y toda vida: un amor explícito al servicio de Dios.


2. Organización
Antes de morir el fundador escogió a once de sus más antiguos discípulos para que fuesen transmitiendo a la nuevas generaciones el sendero espiritual por él comenzado, y para continuar la antigua e ininterrumpida sucesión tradicional que representa la Conciencia de Krisna.

Respecto a la administración del movimiento Krisna el fundador en 1970, para poder dedicar más tiempo a la enseñanza, estableció una comisión de gobierno, actualmente compuesta por 24 miembros, que fue destinada al gobierno internacional de los centros de la institución. Cada miembro de la Comisión de Gobierno es responsable espiritual de los centros dentro de un área geográfica asignada. Las decisiones dentro de esta comisión son democráticas, estructura que mantienen localmente.

La autoridad se considera como continuación de una larga cadena que se remonta a Sri Krisna Caintaya (1500 a.C.). Como no se puede tener contacto con la conciencia de Krisna más que en relación con los maestros autorizados, los adeptos y devotos deben de obedecer al presidente del templo sin duda ni murmuración, pues el presidente está revestido de la autoridad misma de Krisna.


3. Métodos de propaganda y de captación
El movimiento Krisna no conoce más que un solo modo de reclutamiento: el canto de los santos nombres por las calles invitando a los transeúntes a asistir a conferencias sobre el método "yoga", etc. Suelen invitar a asistir a los lugares donde ellos tienen su granjas o lugares donde habitan y suele ser a las afueras de la ciudad en lugares muy bien escogidos y en pleno contacto con la naturaleza (Chosica, Chancay). Una vez allí comienzan a actuar con la tácticas de "lavado de cerebro" o adoctrinamiento que suelen ejercitar los grupos fundamentalistas religiosos y políticos, tanto de derecha como izquierda. El resultado será la total sumisión del neófito al líder del grupo. Este "lavado de cerebro" , en el caso de este movimiento, se realiza gracias a la música rítmica y monótona, que rodea la vida del adepto, que es el medio ideal para llegar a estadios psicológicos de trance, profundamente sugestivos, en los que se puede adoctrinar fácilmente sin que el adepto se dé cuenta. Unas jornadas agotadoras, una mala alimentación en proteínas, mucho trabajo, poco dormir, dan el cuadro ideal para comenzar el sistema de "programación" que realizan en sus adeptos. Las conversiones no son de masas. El mayor número de adeptos se recluta entre gente de clase media, estudiantes y personas con insatisfacción de la vida material.

El devoto que entra en el movimiento en estado soltero, pasa por ser estudiante célibe, aprende a controlar los sentimientos y luego, si lo desea, toma esposa; hasta entonces cualquier satisfacción sexual le está totalmente prohibida. Pronto se verá envuelto en un "dhoti", vestido hindú de color azafrán (naranja claro), y si es casado vestirá el "dhoti" de color blanco. En una primera iniciación recibe un nombre espiritual y un collar de tres vueltas.

Si reúne unas condiciones muy especiales, esta primera iniciación al cabo del tiempo puede estar seguida de la de ser "brahmana" (bramán). Al término de la cual el devoto es reconocido como "sacerdote" de Krisna. Para llegar a este estado se exige un conocimiento particularmente profundo del libro sagrado "Bhagavad-Gita".

Más allá de "brahmana", se encuentra el "sannaya". Este cargo es una muerte a la sociedad, se renuncia a todo vínculo familiar. Si está casado deberá abandonar a mujer e hijos y no volverá a tener contacto sexual con mujeres, nunca. En un primer nivel se dedica al retiro espiritual, le llevan comida para que no se ocupe en otra cosa que no sea la meditación. En un segundo nivel, abandona ese estado de retiro y se dedica a peregrinar mendigando y proclamando la doctrina de Krisna. En un tercer nivel continuará mendigando su alimento pero peregrinado por todo el mundo. Por último se llega a la cuarta etapa: el "sannaya" se convierte en "paramahanisa", hombre plenamente realizado. Es el estado supremo del "bhakti-yoga". No le queda sino franquear las puertas de la muerte con la seguridad plena de que no se reencarnará jamás.

A modo de ejemplo veamos cómo transcurre la jornada de un devoto de Krisna. El día comienza a las 4 de la mañana, (después de haber dormido unas seis horas). Esta hora temprana es ideal para la vida espiritual. Su primera oración invoca la protección de Dios. Acto seguido purifica su cuerpo con una ducha de agua fría y a continuación tiene lugar la primera ceremonia. Reunidos en la "sala del Templo", agrupados por sexos para la glorificación matinal de los "murtis" (imágenes de la divinidad). Hacen esta oración acompañados de pequeños platillos (kartolos) y bongóes (mardanga); los hombres se colocan delante, las mujeres detrás. La oración consiste en la lectura de un texto sagrado, acompañado de cantos, danzas y ofrendas.

Terminada esta ceremonia comienza el "Japa", (meditación espiritual personal), mediante la repetición o canto del "mantra" (canto de liberación): "Hare Krisna, Hare Krisna, Krisna Krisna, Hare Hare, Hare Rama, Hare Rama, Rama Rama, Hare Hare". Estas 16 palabras, el “santo nombre del Señor”, se repiten corriendo un contador o rosario de 108 cuentas, por 1728 veces (108 por 16 = 1728). Dos horas es el tiempo previsto para este ejercicio espiritual.

A las seis y treinta es el tiempo de honrar al maestro espiritual con una ofrenda de flores. Acto seguido y hacia las siete treinta, asisten a un curso de sobre el "Srimad Bhagavatam", uno de los libros sagrados Vedas. Hacia las ocho treinta, sentados en el suelo desayunan con alimentos vegetarianos previamente ofrecidos a Krisna en oración ritual.

Después cada devoto va a realizar los servicios encomendados, muchos se dedican a la venta ambulante por las calles de sus productas, como son libros, revistas, folletos, cassettes, incienso etc. Esta actividad la llaman "sankirtan" y es importante fuerte financiación del movimiento. Todo el dinero va a parar a las arcas del Movimiento y a su sede central. En algunos países, como Alemania, han sido denunciados por "mendigar con engaño ( ). Otras fuentes de ingresos cuantiosas suelen ser, en países ricos, los donativos de los adeptos y de sus familiares e incluso de algunos simpatizantes del Movimiento Krisna.

A las 2 de la tarde tienen almuerzo. Después de la comida las habituales ocupaciones y lectura de las escrituras Vedas, con posterior coloquio sobre el "Bhagavad-Gita". A las 8 y treinta de la noche cena frugal, con un vaso de leche y frutas. A las 10 de la noche descanso.

Este horario está regido por la estricta observancia de cuatro reglas llamadas principios reguladores: Alimentación vegetariana; práctica de la ofrenda rehusando juegos de azar; rehusar tóxicos: café, tabaco, alcohol; abstención de relaciones sexuales ilícitas.


4. El maestro espiritual
El Movimiento Krisna, al igual que otros grupos proselitistas, ha tenido muy graves y serias denuncias en países del primer mundo. Sectores conservadores del pueblo norteamericano se conmovieron cuando una estadística reveló que tres millones y medio de jóvenes norteamericanos estaban enrolados en distintos tipos de “sectas”. Los hijos se van de los hogares buscando caminos propios, tal vez lo que la sociedad y la familia no supieron dar. Tal vez lo que buscan es huir de la libertad, que alguien les diga lo que tienen que ser y hacer, pretendiendo evitar el riesgo de vivir.

En el hinduismo, el "gurú", o maestro espiritual, es un personaje esencial. El inicia a sus discípulos en el camino hacia la contemplación. El devoto se pone de lleno en manos del maestro, con una obediencia y abnegación absolutas para ser conducido al conocimiento de sí, y al conocimiento del ser supremo. La Conciencia de Krisna, como continuadora de la filosofía hindú, tiene en gran estima al gurú. Este con su propia conducta establece un ejemplo perfecto de santidad que el discípulo se esfuerza por seguir. El gurú no debe ser tomado como Dios, ya que el verdadero y auténtico Gurú es Dios.

El auténtico gurú debe dar una enseñanza totalmente espiritual. No se aprovecha de sus discípulos para obtener bienes materiales. Tiene que haber alcanzado la más alta realización de la Verdad Absoluta. Ha recibido su enseñanza de un maestro espiritual auténtico y transmite esa enseñanza tal como la ha recibido, sin modificarla. Lleva una vida santa y observa estrictamente todos los principios religiosos. Glorifica constantemente al Supremo Señor e incita a otras personas a hacer lo mismo. Se ocupa en difundir por toda la tierra el mensaje de la conciencia divina.

Según la tradición védica, encontrar un maestro espiritual es tan difícil como que una tortuga en el océano, cuando sale a respirar, introduzca su cabeza por el orificio de una tabla que a su vez se encuentra flotando en las aguas de este océano.


5. Doctrina
La síntesis de la doctrina se puede presentar así:

a. La verdad absoluta está contenida en todas las Escrituras Santas de la humanidad (Biblia, Corán, etc.). Los Vedas son las escrituras más antiguas del mundo y sobresale el Bhagavad - Gita, que es la transcripción exacta de las palabras de Dios.

b. Dios (Krisna) es omnipresente, omnipotente y eterno. El es el Padre de todos los seres, aquel que aporta la simiente y aquel que, mediante su energía, mantiene a toda la creación cósmica.

c. El hombre no se identifica con su cuerpo. El hombre es un alma espiritual eterna, es una parte integrante de Dios. Es inmortal.

d. Todos los hombres son hermanos.

e. Todas nuestras acciones deben de ser ofrecidas en sacrificio al Señor de los Señores.

f. Los alimentos que nos dan la vida deben de ser presentados antes de su consumición al Señor. De esta manera el Señor Krisna vendrá al oferente y el alimento le purificará.

g. Profundizando con sinceridad en la ciencia espiritual auténtica uno puede desembarazarse de toda angustia y alcanzar, durante esta vida, un estado de conciencia puro, eterno, infinitamente dichoso.

h. El método recomendado en esta era de discordia (era de Kali), para alcanzar la plenitud en el amor de Dios, es el "mantra".


III. MANTRAS
Kunga Wangchug
La recitación de "mantras" es una práctica común en el hinduismo y el budismo. El "mantra" es un texto de significado sagrado que crea estados de conciencia alterados propicios a la meditación y favorece una iluminación más temprana. El "mantra" es utilizado por los laicos de estas religiones para multitud de funciones, no sólo espirituales. Para muchos practicantes budistas e hinduistas el "mantra" posee una dimensión mágica: salva de peligros, ayuda en las enfermedades, consuela en las desgracias y ayuda a superar multitud de problemas cotidianos. La práctica del "mantra" eleva la espiritualidad del individuo, le ayuda a serenar su alma y corrige disfunciones caracterológicas o comportamentales.

Cada deidad posee su propio "mantra" o frase característica que la invoca y ayuda al individuo a equipararse con el factor regido por esa deidad. Así, el mantra más conocido es, tal vez, "OM Mani Padme HUM", pronunciado de forma diferente según la lengua utilizada -sánscrito o tibetano más frecuentemente- y que todos en el Tíbet conocen como "el mani" y que podría traducirse por "OM, La joya sobre el loto HUM", donde el significado místico de la joya y el loto se refiere a la compasión de Buda Sakiamuni reposando sobre la sabiduría y evoca el momento en el que Shiddarta Gautama, el Buda histórico, alcanzó la iluminación. Este "mantra" está asociado a la deidad Avalokitesvara -conocida como Chen Resig entre los budistas o como Kuan Yin en su versión femenina-. Las sílabas OM y HUM no poseen traducción y representan sonidos que conectan a la persona con dimensiones universales. Este es un mantra definitivo que desarrolla una gran capacidad de compasión con todo el género humano. El sentido budista de la compasión es el "amor universal" por el que podríamos traducir el mensaje de Jesús en el cristianismo, al menos, a grandes rasgos.

Aunque el "mantra" debe ser transmitido por un guru de elevada preparación en un "wang" o iniciación para que resulte plenamente efectivo, aquellos que no hayan recibido este preciado don pueden recitarlo igualmente para ayudarse en la elevación de su espíritu y utilizarse tras la meditación para una completación más firme de la perfección.

Existen también "bija mantras" o "mantras de una sola sílaba que se asocian a cada uno de los siete "chakras" o centros energéticos del cuerpo físico. El mantra OM, pronunciado de forma que la "m" dure unas tres veces más que la "o", de forma repetida, igualando la duración de la respiración a la del "mantra", es de eficaz ayuda para amplificar la conciencia, alcanzar mejor visión de la realidad y desarrollar la capacidad ESP o PSI de la persona.

Los "mantras" se pronuncian de forma rápida, acompañados muchas veces de la visualización de sus sílabas o de sus significados un total de 7, 21 o 108 veces. Para no desviar la concentración de la visualización, se emplean los "malas" o rosarios de mantras, de 108 cuentas, más una adicional que no se cuenta. La recitación de "mantras" es una vía hábil y fructífera para que los efectos de la meditación sean duraderos y para incrementar la espiritualidad, acercando al hombre hacia el estado de Samaddi o meditación continua.


IV. LEXICO

1. Ahimsa - Término sánscrito traducido por Gandhi como no-violencia; más exactamente, como eliminación en uno mismo del deseo homicida.


2. Brahamán - Especie de sacerdote y sabio, guardián de la revelación y perteneciente a la casta más alta.


3. Mahatma - (Gran alma). Sobrenombre que se dio a Gandhi.


4. Sánscrito - Idioma de la antigua India en que se redactaron los textos sagrados.


5. Veda - (Saber). Los cuatrro grandes textos que revelan el saber divino a los antiguos sabios. Fueron compuestos desde el segundo milenio a.C. hasta mediados del primero. Redactados en sánscrito, comprenden: himnos a las grandes divinidades, prescripciones rituales, una mitología y una especie de teología.


6. Yoga - Práctica espiritual de una de las ramas de la teología hinduista. Se orienta al cese de toda actividad mental, al dominio de sí mismo, mediante técnicas de control del aliento, ejercicios y posturas del cuerpo. El yogi (adepto) afirma poder alcanzar la unión de su alma con lo absoluto.